martes, 26 de abril de 2011

OG MANDINO

Og Mandino (fallecido en 1996) fue un hombre que no sólo practicó lo que predicaba, sino que también inspiró( y continúa inspirando) a millones de personas para que siguieran su ejemplo de éxito y de una vida fructífera. Es el autor motivacional más leído. Sus libros han vendido más de treinta y seis millones de ejemplares en veinte idiomas.
Augustine “Og” Mandino nació en el año 1923 en Italia.

 



Durante su juventud, Mandino fue editor de un periódico de secundaria, y, luego de graduarse, soñaba con estudiar Periodismo en la Universidad de Missouri. No pudo concretar sus planes ya que en el verano de 1940 su madre murió inesperadamente de un ataque al corazón, por lo que Mandino tuvo que salir a trabajar para sostenerse a sí mismo y a sus dos hermanos menores: Silvio y Jacquintine.


En 1942, Og se unió al grupo de Air Corps del ejército norteamericano, donde se convirtió en oficial y bombardero. Participó en misiones sobre Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, y durante sus vuelos tuvo de compañero a la estrella del cine, James Stewart.

 

Luego de su servicio militar, Mandino descubrió que las compañías no estaban contratando pilotos, por lo que se convirtió en vendedor de seguros, rubro en el que no tuvo demasiado éxito. Durante esta época, Og se volvió alcohólico, por lo que se convirtió en un desempleado y fue abandonado por su esposa e hijo.
EL VENDEDOR MÁS GRANDE DEL MUNDO- HOY COMIENZO UNA NUEVA VIDA- PERGAMINO 1


Tiempo después, en Cleveland, Mandino, que se encontraba en un profundo estado depresivo, paso a ser parte de la población indigente, ambulaba por las calles, sucio, hambriento y sin una ilusión para salir adelante, hasta pensó suicidarse; como no tenía un techo donde resguardarse escogió una biblioteca la cual le daba seguridad y acojida, en ella sentía el calor que necesitaba su alma y comenzó a leer ciertos libros de auto-ayuda, éxitos y motivación le llamaron la atención, por lo que seleccionó algunos y se sentó en una mesa a leerlos, es cuando decidió alimentarse de la buena lectura y acercarse a la vez a Dios.



SALUDARÉ ESTE DÍA CON AMOR EN MI CORAZÓN- PERGAMINO 2

PERSISTIRÉ HASTA ALCANZAR EL ÉXITO-PERGAMINO 3
Interesado pues en salir adelante comenzó  a frecuentar varias bibliotecas de los Estados Unidos, en las que leyó cientos de libros relacionados con los temas mencionados anteriormente, y fue esta práctica la que lo ayudó a librarse del alcoholismo, depresión y de su vacío interior.

Un tiempo después, en Concord, New Hampshire, Mandino encontró el libro de W. Clement Stone, “Succes Throught Positive Mental Attitude” (Éxito a través de la Actitud Mental Positiva), que definitivamente cambió la cosmovisión del autor.



SOY EL MILAGRO MÁS GRANDE DE LA NATURALEZA-PERGAMINO 4
VIVIRÉ ESTE DÍA COMO SI FUESE EL ÚLTIMO DÍA DE MI VIDA- PERGAMINO 5


Mandino se convirtió con el correr de los años en un escritor exitoso. Sus trabajos fueron inspirados e influenciados por la Biblia y autores como el ya mencionado Stone, Napoleón Hill y Emmet Fox.


HOY SERÉ DUEÑO DE MIS EMOCIONES-PERGAMINO 6

ME REIRÉ DEL MUNDO- PERGAMINO 7
Trabajó mucho tiempo como director de la reconocida revista de autoayuda “Succes Unlimited”. Su trabajo en esta editorial, le ayudó a interiorizarse sobre los temas que después serían la base de su éxito: la motivación y la autoayuda.


Og Mandino fue el autor del libro “The Greatest Salesman in the World” (El mejor vendedor del mundo), una obra que transmite que el ser humano debe conocerse a si mismo, y que descubriendo su verdadera personalidad y emociones, una persona puede lograr la plena satisfacción y el bienestar en la vida.

HOY MULTIPLICARÉ MI VALOR UN 100%-PERGAMINO 8



TODOS MIS SUEÑOS CARECEN DE VALOR SI NO SON SEGUIDOS DE LA ACCIÓN-PERGAMINO 9

El libro se divide en 10 scorlls (mandatos) que van guiando al lector en distintos aspectos a analizar de su vida para reemplazar los malos hábitos por los buenos, y aprender a vivir con confianza y congruencia con el ámbito social.

Debido a su éxito, Mandino fue introducido en el Hall de Fama de la National Speakers Association.

QUÉ HOMBRE TIENE TAN POCA FE... -PERGAMINO 10

En su carrera, de la que se retiró airoso a los 52 años de edad, Mandino escribió 19 libros, de los cuales 16 se siguen imprimiendo actualmente, y vendió alrededor de 50 millones de copias traducidas a más de 20 idiomas.


En lo que respecta a su vida personal, Og tuvo una segunda esposa llamada Bette. En su tiempo libre, el escritor disfrutaba jugando al golf y al baseball, leyendo y pasando tiempo con su familia.
OG MANDINO, logró lo que se propuso, salir adelante financieramente, llegó a ser un exitoso empresario, escritor y vendedor, formó una familia feliz reinada por el amor de Dios, y ayudó con su sabiduría a otras personas a lograr sus objetivos en la vida, pero lo más importante que hizo este señor es dejar huellas en la tierra que por mucho tiempo muchos hombres seguirán.
La vida de esta gran persona, es un ejemplo vivo de como las adversidades las podemos doblegar y de ellas salir triunfantes, pero digo yo Ana Beatriz Calderón, que "adversidades encontraremos siempre en nuestra vida, mas ellas serán el sustento de los éxitos logrados, pero con la consigna de sobreponer ante todo el amor de Dios"
Obras de OG MANDINO:
  • El ángel número doce




  • El milagro más grande del cielo


  • El secreto más grande del mundo


  • El regalo de la mala familia


  • El don de la estrella es una lokura


  • La elección de casarse mal


  • Una mejor manera de vivir


  • Operación Jesucristo


  • El don del orador


  • Secretos del éxito y la felicidad


  • Regreso del trapero


  • Misión: éxito


  • El memorándum de Dios


  • El vendedor más grande del mundo parte Ii: el final de la historia


  • El misterio más grande del mundo


  • Los diez antiguos pergaminos para el éxito: de El vendedor más grande del mundo


  • El éxito más grande del mundo


  • La universidad del éxito de Og Mandino


  • El vendedor más grande del mundo y el secreto más grande del mundo



























































































viernes, 15 de abril de 2011

Siddhartha Gautama - BUDA



Buda no es un nombre, sino un título que significa “el que está despierto”; es decir, despierto a la realidad superior, a las cosas tal y como son. Una persona se convierte en Buda cuando alcanza la iluminación, un estado en que se puede percibir la verdadera naturaleza del mundo. A lo largo de lahistoria budista han habido muchos iluminados, pero el término “Buda” se usa especialmenta para recordar al fundador de la religión budista y el primer iluminado, es decir, Siddharta Gautama.




Siddharta vivió en el siglo VI a. de N. E., en el mismo tiempo que otros sabios del mundo antigüo, como Confucio, Lao Tse, Heráclito y Pitágoras. Se cree que nació alrededor del año 563 a. de N.E., cerca de la ciudad de Kapilavatsu, al pie de los Himalayas, donde actualmente se encuentra la frontera entre Nepal y la India. El nacimiento del Buda se ha narrado de forma milagrosa. Cuenta la leyenda que fue concebido cuando su madre recibió en sueños la visita de un elefante blanco, sagrado, el cual le tocó el costado izquierdo con un loto blanco que llevaba en la trompa. Poco después, Siddharta nació del costado derecho de su madre cuando ésta se encontraba en el jardín. El niño dio siete pasos en cada una de las cuatro direcciones y después anunció: “Éste es mi último nacimiento; en lo futuro, no habrá más nacimientos para mí”. Y en las diminutas huellas de sus pies brotaron flores de loto.






La familia de Siddharta era rica y poderosa, y su infancia transcurrió en medio de toda clase de lujos y riquezas. Se dice que fue apuesto, buen estudiante y un gran atleta. A los 16 años se casó con una noble y entre los 20 y 30 años se sintió movido por una especie de descontento. Un día, durante un paseo, Gautama se topó con un anciano decrépito y entonces se dio cuenta que todos los hombres envejecen. Otra vez, vio a un hombre desfigurado por las llagas y temblando de calentura, de este encuentro aprendió que el ser humano padece enfermedades. Después vio un hombre muerto que le enseñó la realidad de la muerte. Su cuarto encuentro fue un mendigo que era feliz a pesar de no ir vestido más que con un simple ropaje amarillo y de llevar un cazo donde mendigaba su alimento. Al ver esto, Gautama se dio cuenta de que el hombre puede hallar la paz retirándose del mundo y comprendió que se debía ser su destino.


Poco después, escapó de su casa, despidiéndose en silencio de su familia que dormía. En el bosque se despojó de sus ropas lujosas y se puso unos harapos de mendigo. Entonces, se inició en la vida ascética. Se dedicó a la meditación solitaria y, después de vencer miedos y tentaciones, alcanzó la iluminación divina. Su primer sermón lo dio a las afueras de la ciudad de Benares, en la India, y a partir de ahí lo siguieron varios discípulos que se entregaron a difundir las enseñanzas de Buda. Algunos de los seguidores de Buda quisieron deificarlo en vida pero él se opuso; sin embargo, después de su muerte comenzó su adoración.
Buda tuvo la misión de aliviar el sufrimiento y la insatisfacción humanas. En su primer sermón proclamó las Cuatro Nobles Verdades y el Sendero Óctuple, que son el fundamento del budismo.



Las Cuatro Nobles Verdades son:










1) La vida es sufrimiento e insatisfacción.


2) La razón del sufrimiento es el deseo insaciable o el anhelo de un logro individual.


3) Al cesar el deseo, también cesa la insatisfacción.


4) El modo de lograrlo consiste en seguir el Sendero Óctuple.






El Sendero Óctuple, al igual que los Diez Mandamientos, es un código que norma el comportamiento de la vida. Este Sendero propone la siguiente práctica:










1) Recta Comprensión o Visión: el ser humano debe conocer su fin si quiere ganar su salvación.


2) Recto Propósito: debe aspirar a salvarse.


3) Recto Hablar: no bebe mentir ni difamar.


4) Recta Acción: implica no matar, no robar, no mentir, ser casto, no tomar bebidas embriagantes.


5) Recto Medio de Vivir: debe uno tener una ocupación que lleve a la salvación, preferiblemente a la vida monástica.


6) Esforzarse Rectamente: ejercitar la fuerza de voluntad.


7) Recta Atención: debemos examinar constantemente nuestra conducta y buscar sus causas y procurar eliminar la causa de nuestras malas acciones.


8) Recta Meditación: debemos desarrollar una disciplina mental para reflexionar y concentrarnos profundamente en la búsqueda de la verdad última.






El budismo no es una religión y no adora a ningún dios. Es más bien una filosofía de vida. Es budista quien acepta como norma de vida las Cuatro Nobles Verdades y el Sendero Óctuple, no es necesario un bautismo u otra ceremonia especial. Aunque sí existen rituales y otros acontecimientos religiosos entre los budistas.






El budismo enseña que somos resultado de lo que fuimos y seremos el resultado de lo que somos. Pero esto puede variar con el esfuerzo personal, mediante actos positivos y recorriendo el camino mostrado por el Buda. Es decir, el budismo admite un cambio de actitud para liberarnos del pasado.



lunes, 11 de abril de 2011

Martín Luther King




                                                      Martín Luther King
(1929-1968)


Clérigo y Premio Nobel estadounidense, uno de los principales líderes del movimiento para la defensa de los derechos civiles e importante defensor de la resistencia no violenta a la represión racial.






Educación e inicios






King nació en Atlanta (Georgia), el 15 de enero de 1929, hijo mayor de un ministro baptista. Ingresó en el Morehouse College






a los 15 años y fue ordenado ministro baptista a los 17. Graduado en el Crozer Theological Seminary en 1951, realizó su trabajo de posgrado en la Universidad de Boston.






Los estudios de King en Crozer y Boston le llevaron a investigar los trabajos del nacionalista indio Mohandas Gandhi, cuyas ideas se convirtieron en el centro de su propia filosofía de protesta no violenta. En 1954 King aceptó el nombramiento de pastor en la Iglesia baptista de Dexter Avenue en Montgomery (Alabama).






Boicot a los transportes públicos de Montgomery






Ese mismo año, el Tribunal Supremo de Estados Unidos prohibió la educación pública segregacionista que mantenían numerosos estados del sur. En 1955 se pidió a King que dirigiera un boicot contra una compañía de transportes públicos en Montgomery, a raíz del arresto de una mujer negra tras negarse a dejar su asiento a un pasajero blanco. Durante la protesta de 381 días, King fue arrestado y encarcelado, su vivienda fue destrozada y recibió muchas amenazas contra su vida. El boicot finalizó en 1956 con una orden del Tribunal Supremo prohibiendo la segregación en el transporte público de la ciudad.






El boicot de Montgomery fue una victoria evidente de la protesta no violenta y King surgió como un líder muy respetado. Conscientes de ello, los clérigos negros de todo el Sur fundaron la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur (SCLC), siendo elegido King su presidente.






                                                     Liderazgo de los derechos civiles




En una visita a la India en 1959 King pudo desarrollar más claramente su comprensión del satyagraha, principio de persuasión no violenta de Gandhi, que King había determinado utilizar como principal instrumento de protesta social. Al año siguiente dejó su pastorado en Montgomery para ejercer con su padre en la Iglesia baptista de Ebenezer en Atlanta, movimiento estratégico para permitirle participar más eficazmente en el liderazgo nacional del floreciente movimiento de derechos civiles.






En ese momento el liderazgo negro sufría una transformación radical. En un principio centrado en la reconciliación, ahora pedía un cambio 'por cualquier medio posible'. Las diferencias de ideología y jurisdicción entre la SCLC y otros grupos (Poder Negro y Musulmanes Negros) fue inevitable, pero el prestigio de King aseguró que la no violencia, siguiera siendo la estrategia principal de resistencia. En 1963 dirigió una multitudinaria campaña a favor de los derechos civiles en Birmingham (Alabama) para lograr el censo de votantes negros, acabar con la segregación y conseguir una mejor educación y alojamiento en los estados del sur. Durante estas campañas no violentas fue arrestado varias veces. Dirigió la histórica 'marcha' a Washington (28 de agosto de 1963) donde pronunció su famoso discurso 'I have a dream' ('Tengo un sueño'). En 1964 King fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.






                                                     Ampliación de preocupaciones



Según pasaba el tiempo, King se preocupó cada vez más por la variedad de formas que la violencia puede adoptar. También fue evidente que muchas ciudades de los estados del norte que habían enviado manifestantes a la protesta en el sur eran descuidados en la corrección de la discriminación racial. Al final, King creyó que la guerra que entonces continuaba con pleno vigor en Vietnam hacía inviable la solución de los problemas locales de las relaciones humanas.






En estos dos últimos aspectos, las estrategias de King fueron objetadas. En Chicago, donde se lanzó su primera campaña importante en el norte, los baptistas negros locales se le opusieron públicamente. También allí los manifestantes se enfrentaron con bandas de blancos, armados con palos y dirigidos por neonazis uniformados y miembros del Ku Klux Klan. Por lo que se refiere a la guerra del Vietnam, muchos sintieron que sus problemas perdían prioridad y que el liderazgo negro debería concentrarse en la lucha de la injusticia racial dentro de Estados Unidos. Sin embargo, a comienzos de 1967, King se había asociado a los dirigentes del movimiento contra la guerra, independientemente de su color.














                                                                      Asesinato



La posterior preocupación de King por Vietnam y su determinación en dirigir una 'marcha del pueblo pobre' sobre Washington incrementaron las posibilidades de que se atentara contra su vida. El 4 de abril de 1968 King fue asesinado en Memphis (Tennessee). James Earl Ray, un preso blanco que había escapado de la prisión, fue arrestado por el asesinato; declarado culpable, en marzo de 1969 fue sentenciado a 99 años de cárcel. En 1986, el tercer lunes de cada mes de enero fue designado fiesta nacional en conmemoración de los derechos civiles de los negros (Martin Luther King había nacido el 15 de enero). Su lugar de nacimiento y tumba en Atlanta fueron designados lugares históricos nacionales. La violencia es inmoral (de Martín Luther King (Jr.))






La violencia para conseguir justicia es tanto impráctica como inmoral. Es impráctica porque es una espiral descendente que termina con la destrucción para todos.






La vieja ley del “ojo por ojo” deja a todo el mundo ciego.






Es inmoral porque busca humillar al adversario antes que ganar su comprensión; busca aniquilar, antes que convertir.






La violencia es inmoral porque está motorizada por el odio antes que por el amor. Destruye la comunidad y hace que la “hermandad” sea imposible.






Deja a la sociedad en un monólogo, antes que en un diálogo. La violencia termina derrotándose a sí misma.






Crea amargura en los que sobreviven y brutalidad en los destructores.







jueves, 7 de abril de 2011

MADRE TERESA DE CALCUTA

Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)


Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)



“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”. De pequeña estatura, firme como una roca en su fe, a Madre Teresa de Calcuta le fue confiada la misión de proclamar la sed de amor de Dios por la humanidad, especialmente por los más pobres entre los pobres. “Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mi para que seamos su amor y su compasión por los pobres”. Fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por Él y ardiendo con un único deseo: “saciar su sed de amor y de almas” .



Esta mensajera luminosa del amor de Dios nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, una ciudad situada en el cruce de la historia de los Balcanes. Era la menor de los hijos de Nikola y Drane Bojaxhiu, recibió en el bautismo el nombre de Gonxha Agnes, hizo su Primera Comunión a la edad de cinco años y medio y recibió la Confirmación en noviembre de 1916. Desde el día de su Primera Comunión, llevaba en su interior el amor por las almas. La repentina muerte de su padre, cuando Gonxha tenía unos ocho años de edad, dejó a la familia en una gran estrechez financiera. Drane crió a sus hijos con firmeza y amor, influyendo grandemente en el carácter y la vocación de si hija. En su formación religiosa, Gonxha fue asistida además por la vibrante Parroquia Jesuita del Sagrado Corazón, en la que ella estaba muy integrada.








Cuando tenía dieciocho años, animada por el deseo de hacerse misionera, Gonxha dejó su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí recibió el nombre de Hermana María Teresa (por Santa Teresa de Lisieux). En el mes de diciembre inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 de enero de 1929. Después de profesar sus primeros votos en mayo de 1931, la Hermana Teresa fue destinada a la comunidad de Loreto Entally en Calcuta, donde enseñó en la Escuela para chicas St. Mary. El 24 de mayo de 1937, la Hermana Teresa hizo su profesión perpétua convirtiéndose entonces, como ella misma dijo, en “esposa de Jesús” para “toda la eternidad”. Desde ese momento se la llamó Madre Teresa. Continuó a enseñar en St. Mary convirtiéndose en directora del centro en 1944. Al ser una persona de profunda oración y de arraigado amor por sus hermanas religiosas y por sus estudiantes, los veinte años que Madre Teresa transcurrió en Loreto estuvieron impregnados de profunda alegría. Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro y por un talento natural de organizadora, vivió su consagración a Jesús entre sus compañeras con fidelidad y alegría.






El 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual, Madre Teresa recibió su “inspiración,” su “llamada dentro de la llamada”. Ese día, de una manera que nunca explicaría, la sed de amor y de almas se apoderó de su corazón y el deseo de saciar la sed de Jesús se convirtió en la fuerza motriz de toda su vida. Durante las sucesivas semanas y meses, mediante locuciones interiores y visiones, Jesús le reveló el deseo de su corazón de encontrar “víctimas de amor” que “irradiasen a las almas su amor”. “Ven y sé mi luz”, Jesús le suplicó. “No puedo ir solo”. Le reveló su dolor por el olvido de los pobres, su pena por la ignorancia que tenían de Él y el deseo de ser amado por ellos. Le pidió a Madre Teresa que fundase una congregación religiosa, Misioneras de la Caridad, dedicadas al servicio de los más pobres entre los pobres. Pasaron casi dos años de pruebas y discernimiento antes de que Madre Teresa recibiese el permiso para comenzar. El 17 de agosto de 1948 se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul y atravesó las puertas de su amado convento de Loreto para entrar en el mundo de los pobres.






Después de un breve curso con las Hermanas Médicas Misioneras en Patna, Madre Teresa volvió a Calcuta donde encontró alojamiento temporal con las Hermanitas de los Pobres. El 21 de diciembre va por vez primera a los barrios pobres. Visitó a las familias, lavó las heridas de algunos niños, se ocupó de un anciano enfermo que estaba extendido en la calle y cuidó a una mujer que se estaba muriendo de hambre y de tuberculosis. Comenzaba cada día entrando en comunión con Jesús en la Eucaristía y salía de casa, con el rosario en la mano, para encontrar y servir a Jesús en “los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba”. Después de algunos meses comenzaron a unirse a ella, una a una, sus antiguas alumnas.






El 7 de octubre de 1950 fue establecida oficialmente en la Archidiócesis de Calcuta la nueva congregación de las Misioneras de la Caridad. Al inicio de los años sesenta, Madre Teresa comenzó a enviar a sus Hermanas a otras partes de India. El Decreto de Alabanza, concedido por el Papa Pablo VI a la Congregación en febrero de 1965, animó a Madre Teresa a abrir una casa en Venezuela. Ésta fue seguida rápidamente por las fundaciones de Roma, Tanzania y, sucesivamente, en todos los continentes. Comenzando en 1980 y continuando durante la década de los años noventa, Madre Teresa abrió casas en casi todos los países comunistas, incluyendo la antigua Unión Soviética, Albania y Cuba.






Para mejor responder a las necesidades físicas y espirituales de los pobres, Madre Teresa fundó los Hermanos Misioneros de la Caridad en 1963, en 1976 la rama contemplativa de las Hermanas, en 1979 los Hermanos Contemplativos y en 1984 los Padres Misioneros de la Caridad. Sin embargo, su inspiración no se limitò solamente a aquellos que sentían la vocación a la vida religiosa. Creó los Colaboradores de Madre Teresa y los Colaboradores Enfermos y Sufrientes, personas de distintas creencias y nacionalidades con los cuales compartió su espíritu de oración, sencillez, sacrificio y su apostolado basado en humildes obras de amor. Este espíritu inspiró posteriormente a los Misioneros de la Caridad Laicos. En respuesta a las peticiones de muchos sacerdotes, Madre Teresa inició también en 1981 el Movimiento Sacerdotal Corpus Christi como un“pequeño camino de santidad” para aquellos sacerdotes que deseasen compartir su carisma y espíritu.






Durante estos años de rápido desarrollo, el mundo comenzó a fijarse en Madre Teresa y en la obra que ella había iniciado. Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en 1962 y de modo mucho más notorio el Premio Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra. Al mismo tiempo, los medios de comunicación comenzaron a seguir sus actividades con un interés cada vez mayor. Ella recibió, tanto los premios como la creciente atención “para gloria de Dios y en nombre de los pobres”.






Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios. Pero, existía otro lado heroico de esta mujer que salió a la luz solo después de su muerte. Oculta a todas las miradas, oculta incluso a los más cercanos a ella, su vida interior estuvo marcada por la experiencia de un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por Él, unido a un deseo cada vez mayor de su amor. Ella misma llamó “oscuridad” a su experiencia interior. La “dolorosa noche” de su alma, que comenzó más o menos cuando dio inicio a su trabajo con los pobres y continuó hasta el final de su vida, condujo a Madre Teresa a una siempre más profunda unión con Dios. Mediante la oscuridad, ella participó de la sed de Jesús (el doloroso y ardiente deseo de amor de Jesús) y compartió la desolación interior de los pobres.






Durante los últimos años de su vida, a pesar de los cada vez más graves problemas de salud, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia. En 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros y se habían establecido en 610 fundaciones en 123 países del mundo. En marzo de 1997, Madre Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como Superiora General de las Misioneras de la Caridad, llevando a cabo sucesivamente un nuevo viaje al extranjero. Después de encontrarse por última vez con el Papa Juan Pablo II, volvió a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de su vida recibiendo a las personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas. El 5 de septiembre, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin. El Gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y oración para gente de fe y de extracción social diversa (ricos y pobres indistintamente). Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, de una esperanza invencible y de una caridad extraordinaria. Su respuesta a la llamada de Jesús, “Ven y sé mi luz”, hizo de ella una Misionera de la Caridad, una “madre para los pobres”, un símbolo de compasión para el mundo y un testigo viviente de la sed de amor de Dios.









Menos de dos años después de su muerte, a causa de lo extendido de la fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, el Papa Juan Pablo II permitió la apertura de su Causa de Canonización. El 20 de diciembre del 2002 el mismo Papa aprobó los decretos sobre la heroicidad de las virtudes y sobre el milagro obtenido por intercesión de Madre Teresa.




miércoles, 6 de abril de 2011

Mohandas Karamchand Gandhi



Entre los grandes teóricos que modificaron la configuración política e ideológica del mundo en el siglo XX, figura este hombre de austeridad inflexible y absoluta modestia, que se quejaba del título de Mahatma ('Gran Alma') que le había dado, contra su voluntad, el poeta Rabindranath Tagore. En un país en que la política era sinónimo de corrupción, Gandhi introdujo la ética en ese dominio a través de la prédica y el ejemplo. Vivió en una pobreza sin paliativos, jamás concedió prebendas a sus familiares, y rechazó siempre el poder político, antes y después de la liberación de la India. Este rechazo convirtió al líder de la no-violencia en un caso único entre los revolucionarios de todos los tiempos.







El descubrimiento de Oriente






Mohandas Karamchand Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en un remoto lugar de la India, en la ciudad costera de Porbandar, del distrito de Gujarat. Éste era entonces un mosaico de minúsculos principados, cuyos gobernantes tenían un poder absoluto sobre la vida de sus súbditos. Su padre, Karamchand Gandhi, era el primer ministro de Porbandar y pertenecía a la casta de los banias, mercaderes de proverbial astucia y habilidad en el comercio. Su madre, llamada Putlibai, procedía de la secta de los pranamis, quienes mezclaban el hinduismo con las enseñanzas del Corán. Era una mujer profundamente religiosa y austera que dividía su tiempo entre el templo y el cuidado de los suyos, amén de practicar frecuentes ayunos. En la formación espiritual de Mohandas, que sentía un ilimitado amor por sus padres, además de la adoración a la diosa Visnú que profesaba la familia, concurrieron una serie de culturas y credos amalgamados: el hindú, el musulmán, el jain. Este último tuvo especial influencia en su filosofía: los jains practicaban la no-violencia no sólo con los animales y los seres humanos, sino incluso con las plantas, los microbios, el agua, el fuego y el viento.



Ejemplo típico de tardía genialidad, Mohandas fue un adolescente silencioso, retraído y nada brillante en los estudios, que pasó sin llamar la atención por las escuelas de Rajkot. A los trece años, siguiendo la costumbre hindú, lo casaron con una niña de su edad llamada Kasturbai, de quien estaba prometido desde los seis años sin saberlo. El joven esposo se enamoró apasionadamente de la muchacha, y por hacer el amor con ella abandonó el lecho de su padre moribundo la misma noche en que éste murió. El suceso dejó una culpa imborrable en Gandhi, que más tarde se declararía en contra del matrimonio entre niños y a favor de la continencia sexual.






Como sus calificaciones no mejoraron en el instituto, la familia decidió enviarlo a Londres para seguir los cursos de abogacía del Inner Temple, cuyas exigencias eran menores que las de las universidades indias. Con tanto miedo como excitación, el muchacho se embarcó en Bombay en septiembre de 1888. Tenía diecinueve años y acababa de ser padre por primera vez. Antes de partir había prometido solemnemente a su madre no seguir la costumbre inglesa de comer carne, dado que el visnuismo lo prohibía. Varias veces en su adolescencia había transgredido tal norma, impulsado por un amigo que le aconsejaba la carne para parecerse en fortaleza a los ingleses.






En Londres vivió tres años, entre 1888 y 1891, período en que se produjo uno de los hechos más determinantes de su vocación: el descubrimiento de Oriente a través de Occidente. En efecto, en la capital inglesa comenzó a frecuentar a los teósofos, quienes lo iniciaron en la lectura del primer clásico indio, el Bhagavad Gita, al que llegaría a considerar «el libro por excelencia para el conocimiento de la verdad». También allí entró en contacto con las enseñanzas de Cristo, y durante un tiempo se sintió tan atraído por la ética cristiana que dudó entre ésta y el hinduismo. De esa época son sus intentos de sintetizar los preceptos del budismo, el cristianismo, el islamismo y su religión natal, a través de lo que señaló como el principio unificador de todos ellos: la idea de renunciación.






En estos años decisivos para su formación intelectual leyó a Tolstói, en quien más tarde encontraría el guía para el perfeccionamiento de la práctica y la teoría de la no-violencia. Y cuando regresó a la India con el título de abogado, lo hizo con sus señas de identidad orientales: había ido en busca de la sabiduría occidental y retornaba con el secreto que había hecho sabios a los hindúes.






Los primeros experimentos de la resistencia gandhista






Al volver a Porbandar encontró a su familia desintegrada: la madre había muerto poco antes y los Gandhi habían perdido toda influencia en la corte principesca. Como abogado no halló muchas perspectivas, ya que su primera actuación profesional terminó en un humillante fracaso, pues enmudeció al dirigirse al tribunal y no pudo continuar. Fue entonces cuando una factoría comercial musulmana le ofreció un contrato para atender un caso de la empresa en Durban, y Gandhi no dejó pasar la oportunidad. Se embarcó hacia Sudáfrica en 1893.






En el país de los antiguos colonos holandeses vivía una colonia hindú formada en su mayoría por trabajadores, a quienes los ingleses llamaban despectivamente sami. Carecían de todo derecho, se les despreciaba y discriminaba racialmente, como pudo comprobar en carne propia el joven abogado durante algunos de sus viajes en ferrocarril. Pero la situación era más grave aún de lo que parecía. Terminado su trabajo, Gandhi estaba a punto de regresar a la India cuando se enteró de la existencia de un proyecto de ley para retirar el derecho de sufragio a los hindúes. Decidió entonces aplazar la partida un mes para organizar la resistencia de sus compatriotas, y el mes se convirtió en veintidós años.







Gandhi






Durante esa larga etapa de su vida, su mayor preocupación fue la liberación de la comunidad india, y en ella fue dando forma a las armas de lucha que más tarde utilizaría e su país. En los primeros años, convencido de las buenas intenciones del colonialismo británico, abrió un bufete para defender a sus compatriotas ante los tribunales en Johannesburgo y se propuso articular un movimiento dedicado a la agitación por medios legales. Fundó el periódico "The Indian Opinion", para aglutinar a la comunidad india y, como instrumento de agitación legal, creó el Congreso Indio de Natal. Sus simpatías anglófilas le llevaron durante la guerra contra los bóers a organizar el Cuerpo Indio de Ambulancias, acción que mereció duras críticas por parte de los nacionalistas indios.






A partir de 1904 la actividad de Gandhi sufrió un cambio notable: después de leer la crítica del capitalismo contenida en "Unto The Last", de John Ruskin, modificó su estilo de vida y pasó a llevar una sencilla existencia comunitaria en las afueras de Johannesburgo donde fundó una comuna llamada Tolstói. En esa época bosquejó la teoría del activismo no-violento, que puso en marcha por primera vez para oponerse a la ley de registro. Esta ley obligaba a todos los indios a inscribirse en un registro especial con sus huellas dactilares. Gandhi ordenó a sus compatriotas que no se inscribieran, que comerciaran en las calles sin licencia y, más tarde, que quemaran sus tarjetas de registro frente a la mezquita de Johannesburgo. Como muchos de sus seguidores, fue a parar a la cárcel varias veces, pero el movimiento de resistencia civil obtuvo varios éxitos parciales.






En 1913 la protesta contra un impuesto considerado injusto se tradujo en una marcha a través del Transvaal, hasta Natal. Al año siguiente las autoridades británicas dieron marcha atrás con dicho impuesto y autorizaron a los asiáticos a residir en Natal como trabajadores libres. La victoria parecía total, y Gandhi, que había abandonado las vestimentas europeas en señal de protesta, partió definitivamente de Sudáfrica con su mujer y sus hijos. A largo plazo todos los logros de la comunidad india se perdieron y las autoridades de aquel país endurecieron aún más su política racista, pero Sudáfrica había sido el banco de pruebas donde Gandhi desarrolló y comprobó las tácticas que más tarde habría de utilizar en su tierra natal.






El Mahatma







Gandhi llegó a la India en 1915 como un verdadero héroe, con la aureola de sus campañas en el extranjero. Las masas de Bombay le tributaron un caluroso recibimiento, el gobernador inglés acudió a saludarlo y el poeta Rabindranath Tagore le dio la bienvenida en su Universidad Libre de Santiniketan. A poco de llegar, en la ciudad de Ahmedabad fundó una comunidad casi monástica en la que estaban prohibidas las vestimentas extranjeras, las comidas con especias y la propiedad privada. Sus miembros se dedicaban únicamente a dos trabajos materiales: la agricultura, para obtener el sustento, y el tejido a mano, para procurarse el abrigo. Aquí dio comienzo a una lucha que Gandhi habría de sostener durante toda su vida: la batalla contra las lacras del hinduismo y a favor de los intocables. El primer paso fue admitirlos como miembros de la comunidad.






En esos primeros años Gandhi abandonó toda agitación política a fin de apoyar los esfuerzos bélicos de Gran Bretaña en la Primera Guerra Mundial, llegando incluso al reclutamiento de soldados para el ejército inglés. Su entrada en la política india no se produjo hasta febrero de 1919, cuando la aprobación de la Ley Rowlatt, que establecía la censura y señalaba duras penas para cualquier sospechoso de terrorismo o sedición, le abrió los ojos acerca de las verdaderas intenciones de los imperialistas ingleses en su país. Gandhi pasó entonces a encabezar la oposición a la ley. Organizó una campaña de propaganda a nivel nacional mediante la no-violencia, que comenzó con una huelga general. Ésta pronto se extendió a todo el país y las protestas se sucedieron en las principales ciudades, donde se registraron algunos focos de violencia pese a la insistencia del líder en el carácter pacífico de las manifestaciones. Cuando acudía a Delhi a apaciguar la población, Gandhi fue detenido. Días después, el 13 de abril, el brigadier general Dyer ordenaba disparar a sus gurkas sobre la multitud reunida en el Jallianwala Bagh de la ciudad de Amritsar. La dominación inglesa había mostrado su verdadero rostro sanguinario y brutal: casi cuatrocientas personas fueron asesinadas y otras miles heridas. Pero las autoridades británicas se vieron obligadas a reconsiderar sus tácticas y la Ley Rowlatt jamás entró en vigor.






En los años siguientes a la masacre de Amritsar, Gandhi se convirtió en el líder nacionalista indiscutido, alcanzando la presidencia del Congreso Nacional Indio -partido fundado por Alan Octavius Hume en 1885-, que él supo convertir en un instrumento efectivo en pro de la independencia. De una agrupación de las clases medias urbanas, pasó a ser una organización de masas enraizada en los pueblos y en el campesinado. Se pusieron en marcha las grandes campañas de desobediencia civil, que iban desde la negativa masiva a pagar impuestos hasta el boicot a las autoridades. Miles de indios llenaron las cárceles y el mismo Gandhi fue detenido en marzo de 1922. Diez días más tarde comenzaba «el Gran Juicio», en que el Mahatma se declaró culpable y consideró la sentencia a seis años de prisión como un honor, con lo que la sesión terminó con una reverencia mutua entre juez y acusado.






Cuando salió de la cárcel -una apendicitis hizo que las autoridades coloniales lo liberaran en 1924-, encontró que el panorama político se había modificado en su ausencia: el Partido del Congreso se había dividido en dos facciones y la unidad entre hindúes y musulmanes, conseguida con el movimiento de desobediencia civil, había desaparecido. Gandhi decidió entonces retirarse de la política, para vivir como un anacoreta, en absoluta pobreza y buscando el silencio como fuerza regenerativa. Retirado en su Ashram se convirtió en esos años en el jefe espiritual de la India, en el dirigente religioso de fama internacional que muchos occidentales en busca de la paz espiritual trataban como un gurú.






Su retiro finalizó de manera brusca en 1927, cuando el gobierno británico nombró una comisión encargada de la reforma de la Constitución, en la que no participaba ningún nativo. A la cabeza de la lucha política, Gandhi consiguió que todos los partidos del país hicieran el boicot a dicha comisión. Poco después, la huelga de Bardoli, en apoyo a la negativa a pagar impuestos, terminaba en un éxito total. La victoria del movimiento animó al Congreso a declarar la independencia de la India, el 26 de enero de 1930, y se encargó al Mahatma la dirección de la campaña de no violencia para llevar a la práctica la resolución. Éste eligió como objetivo de la misma el monopolio de la sal que afectaba particularmente a los pobres-, y partió de Sabartami el 12 de marzo con 79 voluntarios con rumbo a Dandi, población costera distante 385 kilómetros. El pequeño movimiento se extendió como las olas de un estanque hasta alcanzar toda la India: los campesinos sembraban de ramas verdes los caminos por donde pasaría ese hombre pequeño y semidesnudo, con un bastón de bambú, camino del mar y al frente de un enorme ejército pacífico. El día del aniversario de la masacre de Amritsar, Gandhi llegó a orillas del mar y cogió un puñado de sal. Desde ese momento la desobediencia civil fue imparable: diputados y funcionarios locales dimitieron, los prohombres locales abandonaron sus puestos, los soldados del ejército indio se negaron a disparar sobre los manifestantes, las mujeres se adhirieron al movimiento, mientras los seguidores de Gandhi invadían pacíficamente las fábricas de sal.









Nehru y Gandhi






La campaña terminó con un pacto de compromiso entre Gandhi y el virrey de su majestad británica, en virtud del cual se legalizaba la producción de sal y se liberaban los cerca de 100.000 presos detenidos durante las movilizaciones. Por otra parte, Gandhi era enviado a Londres para participar en la conferencia que discutía los pasos a seguir para establecer un gobierno constitucional en la India. La presencia del Mahatma en Inglaterra, al margen de la gran acogida popular que le dispensaron los barrios londinenses, no supuso resultados favorables para la causa, y al regresar a su país se encontró con que Nehru y otros líderes del Congreso se hallaban una vez más en prisión.






Hacia la independencia






Varias veces en su vida Gandhi recurrió a los ayunos como medio de presión contra el poder, como forma de lucha espectacular y dramática para detener la violencia o llamar la atención de las masas. La falta de humanidad del sistema de castas, que condenaba a los parias a la absoluta indigencia y ostracismo, hizo que Gandhi convirtiera la abolición de la intocabilidad en una meta fundamental de sus esfuerzos. Y desde la prisión de Yervada, donde había sido confinado nuevamente, realizó un «ayuno hasta la muerte» en contra de la celebración de elecciones separadas de hindúes y parias. Ello obligó a todos los líderes políticos a acudir junto a su lecho de prisionero para firmar un pacto con el consentimiento inglés. La labor de «pedagogía popular» para curar a la sociedad hindú de sus llagas no terminó aquí. Distanciado del Congreso ante la decepción que le provocaban las maniobras de los políticos, se dedicó a visitar pueblos lejanos, insistiendo en la educación popular, en la prohibición del alcohol, en la liberación espiritual del hombre.






El estallido de la Segunda Guerra Mundial fue el motivo de que Gandhi, una vez más, retornara al primer plano político. Su oposición al conflicto bélico era absoluta y no compartía la opinión de Nehru y otros líderes del Congreso, proclives a apoyar la lucha contra el fascismo. Pero la decisión del virrey de incorporar el subcontinente a los preparativos bélicos de Gran Bretaña sin consultar con los políticos locales, clarificó las aguas, provocando la dimisión en masa de los ministros pertenecientes al Congreso. Tras la toma de Rangún por los japoneses, Gandhi exigió la completa independencia de la India, para que el país pudiera escoger libremente sus decisiones. Al día siguiente, el 9 de agosto de 1942, era arrestado junto a otros miembros del Congreso, lo que produjo una sublevación en masa de los nativos, seguida por una serie de revueltas violentas en todo el territorio indio. Ésta fue la última prisión del Mahatma y quizá la más dolorosa, porque desde su presidio en Poona se enteró de la muerte de su mujer, Kasturbai. Era ya un anciano frágil y debilitado cuando salió en libertad en el año 1944.






Finalizada la guerra, y tras la subida al poder de los laboristas en Inglaterra, Gandhi desempeñó un rol fundamental en las negociaciones que llevaron a la liberación. Sin embargo, su postura opuesta a la partición del subcontinente nada pudo contra la determinación del líder de la Liga Musulmana, Jinnah, defensor de la separación del Pakistán. Dolido por lo que consideró una traición, en 1946 el Mahatma vio con horror cómo los antiguos fantasmas indios resurgían durante la celebración del Nombramiento de Nehru como primer jefe de gobierno, que fue pretexto de violentos disturbios motivados por la pugna entre hindúes y musulmanes.






Gandhi se trasladó a Noakhali, donde habían comenzado los enfrentamientos, y caminó de pueblo en pueblo, descalzo, tratando de detener las masacres que acompañaron a la partición en Bengala, Calcuta, Bihar, Cachemira y Delhi. Pero sus esfuerzos sólo sirvieron para acrecentar el odio que sentían por él los fanáticos extremistas de ambos pueblos: los hindúes atentaron contra su vida en Calcuta y los musulmanes hicieron lo propio en Noakhali. Durante sus últimos días en Delhi llevó a cabo un ayuno para reconciliar a las dos comunidades, lo cual afectó gravemente su salud. Aun así, apareció de nuevo ante el público unos días antes de su muerte.






El 30 de enero de 1948, cuando al anochecer se dirigía a la plegaria comunitaria, fue alcanzado por las balas de un joven hindú. Tal como lo había predicho a su nieta, murió como un verdadero Mahatma, con la palabra Rama ('Dios') en sus labios. Como dijo Einstein, «quizá las generaciones venideras duden alguna vez de que un hombre semejante fuese una realidad de carne y hueso en este mundo».